Fernando Ruiz Hierro (Vélez-Málaga, Málaga, 23 de marzo de 1968), es el actual director deportivo de la Selección española de fútbol, aunque es más conocido por su trayectoria deportiva como jugador del Real Valladolid y del Real Madrid, y, en menor medida, por su última etapa en el Bolton Wanderers inglés.
Tanto Fernando como su hermano Manolo siguieron los pasos de su padre, Manuel Ruiz, y de su tío, Pepe, al incorporarse al mundo del fútbol como jugadores. Manolo, que militaba en el desaparecido C.D. Málaga, intentó que Fernando entrara en el equipo, pero los técnicos malacitanos rechazaron su contratación alegando que era aparentemente endeble y que no tenía cualidades aptas para ser un buen delantero.
Así, Fernando siguió el consejo de su hermano y se presentó ante el Real Valladolid. Los castellanos lo incorporaron a su filial, aunque pronto fue promocionado al primer equipo, en el que siempre fue titular. Tan señalada fecha ocurrió el 4 de octubre de 1987, sexta jornada de liga, en el que el Real Valladolid acabó venciendo al R.C.D. Espanyol de Barcelona por un gol a cero, gracias a un tanto de Endika a pase de Rubén Bilbao. Aquella temporada el Real Valladolid concluyó en octava posición.
La siguiente temporada fue más próspera: los vallisoletanos llegaron a la sexta posición, además de alcanzar, de forma sorprendente, la final de la Copa del Rey, disputada el 30 de junio de 1989, en la que los franjivioletas cayeron ante el Real Madrid, con un solitario gol de Gordillo, anotado en los primeros compases del partido. Tres semanas después, Fernando Hierro era presentado como nuevo jugador del equipo madridista, tras el abono de la, entonces, monstruosa cantidad de 300 millones de pesetas.
Sin embargo, la historia esconde una anécdota curiosa. El Atlético de Madrid, cuyo presidente, Jesús Gil, se estrenaba en el cargo, ya había tentado al jugador. Y no sólo lo había tentado, sino que, incluso, había llegado a un acuerdo con el futbolista y con el Real Valladolid. Sin embargo, parece que la oferta presentada por Ramón Mendoza, entonces presidente del Real Madrid, provocó que el defensa se decantara finalmente por la entidad de Chamartín.
Debido a este cambio de rumbo, el Atlético debió percibir una suculenta indemnización, que abonó el Real Madrid. Se desconoce la cuantía de la misma, pero sí se sabe que la intención de Jesús Gil era no percibir la indemnización, sino retener al zaguero. Sin embargo, como la Liga de Fútbol Profesional resolvió el abono de tal cantidad de dinero, el máximo mandatario del Atlético de Madrid tuvo que aceptar el montante económico decretado.
¿Y qué hizo Jesús Gil con aquel dinero? ¿Destinarlo a fichajes? En aquel entonces conocíamos poco al polémico presidente colchonero. Gil invirtió la indemnización abonada por el Real Madrid en fabricar 7o.000 relojes para sus socios. ¿Relojes? ¿Para qué unos relojes? Muy sencillo: cada reloj tenía la inscripción «Regalo de Don Ramón», en referencia al presidente del Real Madrid.
Manolo Hierro y las prisas del F.C. Barcelona
Manolo Ruiz Hierro, hermano de Fernando, también protagonizó una curiosa anécdota en el fútbol español. Esta anécdota también gira en torno a un fichaje.
En esta ocasión, el prólogo de la historia surge en una reunión en la Liga de Fútbol Profesional, celebrada a raíz de la conclusión de la temporada 1988/89, en la que estaban presentes el entonces vicepresidente del Barcelona, Joan Gaspart, el presidente del Real Madrid, Ramón Mendoza, y el director deportivo del Real Valladolid, Ramón Martínez.
El caso es que, en una entretenida conversación entre los tres, Ramón Martínez alcanza a decir «yo no dejaría escapar a Hierro… lo tiene todo para triunfar». Parecía ser que tanto el Real Madrid como el Atlético de Madrid estaban interesados en hacerse con los servicios de Fernando Hierro, pero Joan Gaspart no acertó a comprender si se referían a Fernando o a Manolo, que jugaba en el C.D. Málaga. Por tanto, y habiendo dos hermanos Hierro, Manolo y Fernando, el porcentaje de error (o de acierto) se situaba en el cincuenta por ciento. Y sí. Se falló. El presidente Josep Lluis Núñez contrató a Manolo Hierro, el primer fichaje del Barcelona para aquella temporada 1988/89, pero Johan Cruyff no contó con él para el primer equipo y nunca llegó a debutar con los azulgranas.
Manolo Hierro fue cedido al Betis, equipo que descendió a segunda tras perder la promoción con el Tenerife. Precisamente, el equipo tinerfeño se hizo con los servicios del defensa malacitano, vendido de forma definitiva por el Barça. En el Tenerife sí logró la permanencia en un partido de promoción frente al Deportivo de la Coruña, celebrado en junio de 1990. Tres años después colgó las botas.
Fuentes
· El Mirador de la Liga (Punto Radio), edición del 28 de marzo de 2010.
· Hemeroteca de El Mundo Deportivo, en las siguientes ediciones:
o 15 de junio de 1989.
o 14 de julio de 1989.
o 23 de julio de 1989.
o 10 de agosto de 1989.
· «Los lunes y el reloj del Atleti», blog Futbolgeras.
· «Anécdotas de fútbol», de Sergi Mas (Libros Cúpula, 2009).