domingo, 25 de julio de 2010

Polybius

Polybius forma parte de una de esas leyendas urbanas imborrables que nos acompañan en el día a día. Quizá por ser relativamente reciente (data de 1981) y por estar circunscrita a un ámbito bastante concreto (videojuegos) no sea una historia excesivamente conocida, pero no tiene nada que envidiar a la autoestopista fantasma, a la supuesta muerte de Paul McCartney en 1966 o a la creencia de que Elvis Presley, el rey del Rock, sigue vivo.

Tal y como lo define Wikipedia, «Polybius es un supuesto videojuego arcade que se convirtió en una leyenda urbana. Según la historia, el juego fue lanzado al público en 1981, causando efectos devastadores a los jugadores tales como locura, estrés, horribles pesadillas e incluso tendencia al suicidio. Poco tiempo después de su lanzamiento, el juego desapareció sin dejar rastro. Aún no hay pruebas de que este juego haya existido».

Pinta interesante. Vayamos por partes.

El nacimiento de Polybius

En algunos locales de máquinas recreativas de algún suburbio de Portland aparecieron, un día, varias máquinas nuevas de videojuegos. El juego, denominado Polybius, consistía en una nave que debía destruir enemigos estelares disparando un arma. Al contrario que en otros juegos similares, al accionar los controles la nave permanecía siempre quieta, mirando a la izquierda de la pantalla, y lo que se movía era todo el universo. El juego contenía colores muy vivos y diseños estilizados, lo que representaba una revolución en aquellos primeros años ochenta.

Al poco de aparecer el juego se observaron algunos problemas habituales en los jugadores, siendo la adicción el más típico de ellos. Sin embargo, pronto aparecieron otros efectos más graves, como mareos, vómitos o epilepsia. No era para menos: los relatos conocidos hablan de muchos colores, gráficos muy vivos que dificultaban la visión de la nave y de los enemigos estelares, además de una melodía que rayaba lo insoportable. No es de extrañar que algunos supuestos testimonios hablen de convulsiones, alucinaciones o pesadillas. También se alude a la amnesia que, al poco tiempo, sufrían los jugadores, puesto que rápidamente olvidaban el aspecto del juego, así como su objetivo.

El punto álgido de la historia llega en el momento en que se registra un fallecimiento de un jugador. Aproximadamente un mes después de instalarse las máquinas un niño de 13 años murió por un ataque epiléptico mientras jugaba a Polybius. Al día siguiente se produjo la retirada de las máquinas, lo que conllevó a su desaparición definitiva del mercado. Nunca más se supo del paradero dePolybius.

Conspiración... paranoia... ¡Conspiranoia!

La historia contada hasta ahora bien podría parecer normal, hasta cierto punto. En 1981 aún había campos no explorados en el mundo de los videojuegos, y se desconocían muchos de los efectos secundarios derivados de pasar horas ante la pantalla de un ordenador.

Sin embargo... ¿qué pensarían si alguien les dice que Polybius era un experimento del Gobierno de los Estados Unidos de América? Ciertamente, la historia parece poco verídica, pero existen elementos que invitan a aplicar el refrán piensa mal y acertarás.

En primer lugar se dice que, junto con la horrenda y confusa melodía del juego se oían gritos desgarrados, difícilmente perceptibles. Esto ya da lugar a la posibilidad de pensar que podría haber mensajes subliminales. También aparecían frases impresas en la pantalla, con mensajes que incitaban a la violencia y al suicidio. Dichos mensajes eran perfectamente legibles, por lo que no podían ser considerados subliminales, pero dada la atención que el jugador debía prestar a la nave bien podría percibir dichos mensajes con algo de subliminalidad.

En segundo lugar, junto a Polybius se describe la presencia de hombres de negro, agentes del Gobierno de los Estados Unidos, tan habituales en las leyendas urbanas. Estos hombres pudieron ser quienes distribuyeron las máquinas recreativas, y también quienes las retiraron. Hay quien va más allá y afirma que cada noche los hombres de negro configuraban parámetros en la máquina tales como pesadillas, alucinaciones o mareos, y pedían testimonio al dueño del local para verificar la efectividad del juego a la hora de provocar estos males.

Por último, y quizá para terminar de cerrar el círculo, se decía que el distribuidor del juego era una empresa denominadaSinneslöschen. Todo podría ir bien, si no fuera porque Sinneslöschen quiere decir «pérdida de los sentidos» en alemán. Hay que señalar que, en esa época, corría el rumor de que el productor de videojuegos Atari tenía un contrato secreto con el gobierno de los Estados Unidos. Los más osados aseguraban que Sinneslöschen era el nombre de una empresa ficticia que encubría dicho contrato secreto.

Conexiones con la realidad

Como ocurre con las leyendas urbanas, siempre hay algún punto de partida que puede explicar el inicio de la trama finalmente popularizada. En este caso, parece ser que Atari lanzó el juego Tempest en octubre de 1981. Dicho juego, de características simiares aPolybius, pudo ocasionar ataques epilépticos en algunos niños, lo que se difundió rápidamente por las redes del momento, dando lugar a distintas versiones, una de las cuales acabó siendo la más famosa: Polybius.

Las frases subliminales

En Polybius aparecían frases que, como ya decía antes, no eran subliminales, pero así lo parecían para el jugador, puesto que concentraba casi toda su atención en la nave y el enemigo. Algunas de las frases eran:

  • «Kill Yourself» (mátate).
  • «No Imagination» (sin imaginación).
  • «No Thought» (no pienses).
  • «Conform» (confórmate).
  • «Honor apathy» (honra la apatía).
  • «Do not question authority» (no cuestiones a la autoridad).
  • «Surrender» (ríndete).

Fuentes