martes, 5 de octubre de 2010

Outsourcing

(del inglés "fuente externa").

Es «el proceso económico en el cual una empresa determinada mueve o destina los recursos orientados a cumplir ciertas tareas, a una empresa externa, por medio de un contrato». En otras palabras, se trata de la externalización o subcontratación de servicios.

Si bien la subcontratación es algo que ha acompañado a las empresas desde la revolución industrial, el outsourcing es un fenómeno relativamente reciente. Según lo tradicionalmente aceptado, el outsourcing es la subcontratación de servicios secundarios a empresas especializadas. De este modo, los recursos y esfuerzos de la corporación pueden ser destinados a la línea principal de producción.

No debemos olvidar que, para que el outsourcing sea realmente útil, es necesario que la empresa subcontratada sea especialista en ese sector. De este modo, el ahorro de costes se produce por dos vertientes fundamentales:

  1. El conocimiento del sector implica que se tiene más información de las distintas tareas y de los procesos que las componen, con lo que ajusta más y mejor la asignación de recursos (personal, herramientas, consumibles...).
  2. Al dar cobertura a muchos clientes, los consumibles y herramientas necesarios son más que los que requeriría una sola empresa, pero menos que los que requerirían todos los clientes juntos, por aquello de la rotación y la optimización de horarios de trabajo.
    • Por una parte, se pueden negociar mejores precios con los proveedores, reduciendo los costes de adquisición y mantenimiento. Es lo que se conoce como economía de escala.
    • Por otra parte, las herramientas, el personal y otros recursos pueden rotar entre los distintos clientes, amortizando más rápidamente el coste de adquisición y aumentando su productividad

Un poco de historia

Como en muchas otras invenciones y evoluciones, fue tras la II Guerra Mundial cuando comenzó a aparecer el fenómeno deloutsourcing. Antes, las grandes factorías ya subcontrataban la fabricación de piezas; tal es el caso pionero de la Ford Motor Company, que, al inventar la cadena de montaje, tuvo que externalizar algunos procesos productivos para acelerar el montaje de automóviles. Como puede observarse, la subcontratación trajo aparejada un aumento de la producción, puesto que los recursos que antes se dedicaban a los procesos externalizados pudieron reorientarse hacia la línea general de la factoría.

¿Qué ocurrió tras la guerra? Que las empresas necesitaron un crecimiento económico importante, y ello pasaba por la mejora de la productividad. Y qué mejor manera que mejorar la productividad que dedicando más recursos al proceso productivo principal, externalizando los secundarios y los servicios adicionales.

Sin embargo, no fue hasta los años setenta cuando el outsourcing tuvo el inicio de su enorme crecimiento. La introducción de sistemas informáticos generales en las empresas hizo necesaria la presencia, más o menos rutinaria, de especialistas en informática para la subsanación de problemas y errores, reparación de hardware, instalación de software y formación en general. Sin embargo, un sistema informático puede requerir la atención ininterrumpida de un informático día sí y día también durante dos meses, para que los siguientes diez meses del año resulte innecesaria la presencia del especialista. Con estos antecedentes no traía a cuentas establecer un departamento de informática, lo que conllevó la popularización del outsourcing. Este hecho facilitó que un mismo informático rotara entre varias empresas, maximizando la productividad.

Hoy por hoy se externalizan numerosos servicios: informática, limpieza, mantenimiento, comedores y guarderías laborales, asesoría legal, contabilidad, transporte, paquetería y, en ocasiones, hasta algunas tomas de decisiones. Pero, si tan buena prensa tiene eloutsourcing, será que es beneficioso, ¿no? Lo mejor es verlo con un ejemplo:

Jugando con números

Si cien empresas tienen, cada una, diez empleados de limpieza y un coordinador del servicio de limpieza, estará soportando once salarios, que podemos cifrar, para ser generosos, en 170.000 euros anuales, a razón de 15.000 euros por empleado de limpieza y 20.000 euros por coordinador, lo que totaliza un gasto de 17 millones entre todas las empresas. Repito: siendo generoso. Además, cada empresa gasta cinco mil euros al año en productos de limpieza y otros mil euros en almacenarlos. Son 600.000 euros más de gasto entre todas las empresas. Sumemos: 17'6 millones de euros.

Ahora supongamos que una empresa de limpieza se suma al mercado. Esta empresa asume los empleados que las otras cien tenían contratados, lo cual supone mil empleados de limpieza. Total: 15 millones de euros. Además, un grupo de tres coordinadores, que sumarán 60.000 euros.

Además, hay que tener en cuenta las economías de escala: la empresa de limpieza consigue los productos para uno de sus cien clientes por cuatro mil euros, y como tiene un solo almacén, un enorme almacén, guardar los productos le cuesta 500 euros anuales por empresa. Con las cien empresas se totalizan 450.000 euros en productos.

La empresa de limpieza, pues, invierte 15.510.000 euros anuales en salarios y material. Si lo dividimos entre las cien empresas cliente, cada una deberá soportar 155.100 euros al año. Redondeemos a 160.000 euros, para darle un pequeño margen de beneficio a la empresa de limpieza, lo que resulta en 16.000.000 euros de ingresos.

Analicemos el resultado: las cien empresas iniciales están ahorrando 16.000 euros anuales cada una, lo que suma un ahorro de 1'6 millones de euros al año en el sector. Ahora, cada empresa decidirá si esos 16.000 euros son repartidos entre los accionistas, destinados a amortizar deudas o invertidos en la mejora de la productividad.

Por su parte, la empresa de limpieza obtiene al año un beneficio bruto de 490.000 euros anuales. Con una sencilla suma podemos concluir que el outsourcing ha provocado un enriquecimiento global de 2,09 millones de euros. Todo pinta bien.

¿Todo? Evidentemente no. La empresa de limpieza se basta con tres coordinadores de limpieza, por lo que 97 deberán buscarse otro trabajo. ¿Cuánto dinero ha dejado de abonarse en salarios? Pues la friolera de 1'94 millones de euros. En este caso, por tanto, de los 2'09 millones ahorrados, 1'94 se corresponden con salarios que han dejado de pagarse, mientras que los 150.000 euros restantes corresponden al ahorro por economía de escala. Dicho de otro modo, la capacidad negociadora de la empresa de limpieza reportó un 7'18 por ciento del beneficio final del sector, mientras que un 92'82 por ciento del beneficio se corresponde con el ahorro en salarios.

Conclusiones

Hay muchas conclusiones que extraer de aquí. La primera conclusión, la más evidente y la más fácil de obtener, es el problema social que el outsourcing puede infligir a, en este caso, los coordinadores de limpieza que pierden su puesto de trabajo. Sin embargo, detenerse ahí supondría un pensamiento conformista y destructivo.

Y lanzo una pregunta para corroborarlo: si la empresa de limpieza necesita sólo tres coordinadores de limpieza, ¿no sería un exceso que hubiera cien en todo el sector antes de la subcontratación? En este ejemplo queda claro que un coordinador de limpieza para diez empleados era una sobredimensión del cargo, algo que quedó solventado cuando una empresa especializada en limpieza contrató a los empleados estrictamente necesarios. Sin embargo, tiene que quedar claro que lo expuesto en este supuesto no siempre es extrapolable a lo que ocurre en el mundo del outsourcing, donde, como en cualquier otro sector, podría aplicarse aquello de de todo hay en la viña del Señor.

Como en todo, el outsourcing tiene sus ventajas y sus inconvenientes, y es una de tantas políticas empresariales que trascienden más allá de la mera decisión presupuestaria, para abarcar campos tan divergentes y variados como la productividad, la política social, la racionalización y especialización de los departamentos y hasta el celo del empresario a compartir espacio físico con otra empresa.

En resumen

Razones por las que un empresario incorporaría outsourcing a su empresa:

  • La empresa registra una reducción general de costes en el ámbito externalizado
  • El empresario cede la responsabilidad de dicha actividad a una empresa especializada, descargando a la empresa propia de decisiones de escasa importancia.
  • Al tratarse de una empresa especializada, mejora la prestación del servicio.
  • Se reducen los recursos necesarios para que la empresa produzca, o bien destina más recursos a la producción.
  • Aumenta el beneficio, o bien aumenta la inversión en áreas no externalizadas.

Razones por las que un empresario no incorporaría outsourcing a su empresa:

  • El personal necesario podría reducirse, lo que conllevaría malestar de los empleados y, tal vez, una acción sindical. También puede darse conciencia social en el empresario.
  • El empresario puede ser reacio a que empresas externas tengan acceso a las instalaciones propias, sobre todo si la empresa de outsourcing trabaja también con la competencia.
  • La cultura del empresario, del sector o de la comarca no contemplan más negociación que la necesaria con los proveedores de materia prima y las autoridades legales.

Fuentes

  • Wikipedia.
  • A brief story of outsourcing (http://scm.ncsu.edu/public/facts/facs060531.html)

domingo, 25 de julio de 2010

Polybius

Polybius forma parte de una de esas leyendas urbanas imborrables que nos acompañan en el día a día. Quizá por ser relativamente reciente (data de 1981) y por estar circunscrita a un ámbito bastante concreto (videojuegos) no sea una historia excesivamente conocida, pero no tiene nada que envidiar a la autoestopista fantasma, a la supuesta muerte de Paul McCartney en 1966 o a la creencia de que Elvis Presley, el rey del Rock, sigue vivo.

Tal y como lo define Wikipedia, «Polybius es un supuesto videojuego arcade que se convirtió en una leyenda urbana. Según la historia, el juego fue lanzado al público en 1981, causando efectos devastadores a los jugadores tales como locura, estrés, horribles pesadillas e incluso tendencia al suicidio. Poco tiempo después de su lanzamiento, el juego desapareció sin dejar rastro. Aún no hay pruebas de que este juego haya existido».

Pinta interesante. Vayamos por partes.

El nacimiento de Polybius

En algunos locales de máquinas recreativas de algún suburbio de Portland aparecieron, un día, varias máquinas nuevas de videojuegos. El juego, denominado Polybius, consistía en una nave que debía destruir enemigos estelares disparando un arma. Al contrario que en otros juegos similares, al accionar los controles la nave permanecía siempre quieta, mirando a la izquierda de la pantalla, y lo que se movía era todo el universo. El juego contenía colores muy vivos y diseños estilizados, lo que representaba una revolución en aquellos primeros años ochenta.

Al poco de aparecer el juego se observaron algunos problemas habituales en los jugadores, siendo la adicción el más típico de ellos. Sin embargo, pronto aparecieron otros efectos más graves, como mareos, vómitos o epilepsia. No era para menos: los relatos conocidos hablan de muchos colores, gráficos muy vivos que dificultaban la visión de la nave y de los enemigos estelares, además de una melodía que rayaba lo insoportable. No es de extrañar que algunos supuestos testimonios hablen de convulsiones, alucinaciones o pesadillas. También se alude a la amnesia que, al poco tiempo, sufrían los jugadores, puesto que rápidamente olvidaban el aspecto del juego, así como su objetivo.

El punto álgido de la historia llega en el momento en que se registra un fallecimiento de un jugador. Aproximadamente un mes después de instalarse las máquinas un niño de 13 años murió por un ataque epiléptico mientras jugaba a Polybius. Al día siguiente se produjo la retirada de las máquinas, lo que conllevó a su desaparición definitiva del mercado. Nunca más se supo del paradero dePolybius.

Conspiración... paranoia... ¡Conspiranoia!

La historia contada hasta ahora bien podría parecer normal, hasta cierto punto. En 1981 aún había campos no explorados en el mundo de los videojuegos, y se desconocían muchos de los efectos secundarios derivados de pasar horas ante la pantalla de un ordenador.

Sin embargo... ¿qué pensarían si alguien les dice que Polybius era un experimento del Gobierno de los Estados Unidos de América? Ciertamente, la historia parece poco verídica, pero existen elementos que invitan a aplicar el refrán piensa mal y acertarás.

En primer lugar se dice que, junto con la horrenda y confusa melodía del juego se oían gritos desgarrados, difícilmente perceptibles. Esto ya da lugar a la posibilidad de pensar que podría haber mensajes subliminales. También aparecían frases impresas en la pantalla, con mensajes que incitaban a la violencia y al suicidio. Dichos mensajes eran perfectamente legibles, por lo que no podían ser considerados subliminales, pero dada la atención que el jugador debía prestar a la nave bien podría percibir dichos mensajes con algo de subliminalidad.

En segundo lugar, junto a Polybius se describe la presencia de hombres de negro, agentes del Gobierno de los Estados Unidos, tan habituales en las leyendas urbanas. Estos hombres pudieron ser quienes distribuyeron las máquinas recreativas, y también quienes las retiraron. Hay quien va más allá y afirma que cada noche los hombres de negro configuraban parámetros en la máquina tales como pesadillas, alucinaciones o mareos, y pedían testimonio al dueño del local para verificar la efectividad del juego a la hora de provocar estos males.

Por último, y quizá para terminar de cerrar el círculo, se decía que el distribuidor del juego era una empresa denominadaSinneslöschen. Todo podría ir bien, si no fuera porque Sinneslöschen quiere decir «pérdida de los sentidos» en alemán. Hay que señalar que, en esa época, corría el rumor de que el productor de videojuegos Atari tenía un contrato secreto con el gobierno de los Estados Unidos. Los más osados aseguraban que Sinneslöschen era el nombre de una empresa ficticia que encubría dicho contrato secreto.

Conexiones con la realidad

Como ocurre con las leyendas urbanas, siempre hay algún punto de partida que puede explicar el inicio de la trama finalmente popularizada. En este caso, parece ser que Atari lanzó el juego Tempest en octubre de 1981. Dicho juego, de características simiares aPolybius, pudo ocasionar ataques epilépticos en algunos niños, lo que se difundió rápidamente por las redes del momento, dando lugar a distintas versiones, una de las cuales acabó siendo la más famosa: Polybius.

Las frases subliminales

En Polybius aparecían frases que, como ya decía antes, no eran subliminales, pero así lo parecían para el jugador, puesto que concentraba casi toda su atención en la nave y el enemigo. Algunas de las frases eran:

  • «Kill Yourself» (mátate).
  • «No Imagination» (sin imaginación).
  • «No Thought» (no pienses).
  • «Conform» (confórmate).
  • «Honor apathy» (honra la apatía).
  • «Do not question authority» (no cuestiones a la autoridad).
  • «Surrender» (ríndete).

Fuentes

sábado, 1 de mayo de 2010

La ruptura entre SEAT y FIAT

La historia de SEAT está íntimamente ligada a la de la FIAT, sobre todo si nos referimos a sus primeros 30 años de vida. El elemento más claro actualmente es el nombre, en el cual, sin tener que prestar mucha atención, se comprueba la semejanza nominal; y es que FIAT, fundada en 1889, quiere decir Fábrica Italiana de Automóviles Turín (Fabbrica Italiana Automobili Torino), mientras que SEAT, 70 años más joven, fue bautizada como Sociedad Española de Automóviles de Turismo.

El objeto de la creación de SEAT fue la motorización de España. El Gobierno, entonces presidido por el dictador Francisco Franco, había tomado una serie de medidas económicas que agravaron la ya maltrecha situación financiera de la postguerra, amén del vacío político que habían hecho las fuerzas extranjeras al país. Los pocos coches existentes en España eran fabricados por carroceros artesanos, o bien importados con mucha dificultad por parte de los compradores.

Dado que España no tenía experiencia como constructor automovilístico, más allá de la extinta Hispano-Suiza, fue necesaria la búsqueda de un socio tecnológico fuerte. La semejanza entre SEAT y FIAT no da lugar a dudas, y es que los italianos suministraron licencias de construcción a la fábrica española.

El primer SEAT fue el 1400, nacido en 1953. Se trataba de una berlina de gran elegancia y porte, pero excesivamente cara para el comprador medio español. Es por ello que en 1957 se lanzó el SEAT 600, homónimo de su gemelo FIAT. Del pequeño 600 se fabricaron 797.419 unidades en 16 años de producción ininterrumpida, y su precio inicial rondaba las 73 mil pesetas, que hoy equivaldrían a unos 24.000 euros. El 600, por su relativamente bajo precio y su facilidad de mantenimiento, fue el que inició la motorización de España; el 600 fue a España lo que el Ford T a Estados Unidos casi 50 años antes.

FIAT siguió cediendo licencias a SEAT. Salvo en contadas ocasiones, los modelos que comercializaba SEAT ya estaban en decadencia en Italia. De este modo FIAT se aseguraba la comercialización de los modelos bajo su marca en el mercado internacional. SEAT podía exportar los modelos bajo su marca usando la red de FIAT, aunque la vigencia de los modelos que fabricaba, ya pasados de moda en el resto de Europa, ayudaba a evitar la internacionalización de la marca. A medida que creció la experiencia de SEAT, ésta comenzó a fabricar chasis y motores para FIAT, además de ensamblar algunos modelos italianos en suelo español.

Y entonces llegaron los años de la Transición española. SEAT pertenecía al Instituto Nacional de Industria, sociedad dependiente del Gobierno para la industrialización de España. El INI fue, por tanto, el artífice de la gran expansión industrial de los sesenta, y también el culpable de la entrada en decadencia durante los setenta, un problema que debió resolverse con la reconversión industrial. SEAT no era ajena a ella, y por lo tanto hizo falta plantear su privatización.

Obviamente el primer ofrecimiento fue a la FIAT. El socio tecnológico de SEAT era propietaria de un 37% del accionariado de la compañía, pero apenas tomaba partido en la toma de decisiones. En abril de 1979 se firma un acuerdo entre FIAT y el INI para que SEAT se integre a partir de junio de 1980. Sin embargo, cuando FIAT tuvo acceso a las cuentas de SEAT (20.000 millones de déficit y 32.000 empleados) los italianos se echaron las manos a la cabeza, rompieron el acuerdo y vendieron su participación al INI por el precio simbólico de una peseta.

Para que SEAT no se quedara sin capacidad tecnológica se negoció un nuevo acuerdo con la FIAT. En él se incluyó una cláusula, la 5.1, que decía: «en el supuesto de que Seat proceda a restilizar los modelos Ritmo, 127 y 131 mediante restyling de su carrocería, utilizando los grupos mecánicos de los actuales modelos objeto de licencia Fiat Auto, el citado restyling se referirá no solamente a elementos de acabado interno y externo, sino también a elementos significativos de panelería externa». Los nuevos modelos de SEAT podían ser exportados siempre que cumplieran la citada cláusula, pero en cualquier caso ya no podían usar la red de FIAT. Otro curioso acuerdo fue que FIAT adquiriría 400.000 SEAT al año para renombrarlos como FIAT y venderlos en su propia red comercial.

Y llegaron los sucesores: el 127 fue sustituido por el Fura y el Ritmo dejó paso al Ronda. Este último abrió una fortísima polémica entre FIAT y SEAT. FIAT sabía de la existencia del nuevo Ronda, visualmente muy similar al FIAT Ritmo de segunda generación. En las reuniones entre españoles e italianos no hubo ningún tipo de reparo por parte de los italianos, pero al comercializarse el Ronda, FIAT interpuso una demanda contra SEAT por vulnerar la cláusula 5.1.

Primeramente los italianos propusieron establecer el tribunal en su país, a lo que los españoles se negaron rotundamente. Finalmente fue París la sede del juicio, seguido con gran interés por industriales de toda Europa. Giorgio Giugiaro, afamado diseñador asociado a la FIAT, declaró, sorprendentemente, que «todos los modelos son idénticos por delante, y sólo se diferencian por el panel lateral». Los abogados de la FIAT también sostuvieron que en SEAT aprovecharon diseños existentes en los tableros de dibujo de la FIAT, aunque nunca pudieron probarlo. La acusación fundamental de FIAT seguía, de cualquier modo, enfocada en el hecho de si los cambios del Ronda eran «significativos» o «no significativos», según rezaba la cláusula 5.1.

Finalmente, los ingenieros de la SEAT aportaron la prueba definitiva: un SEAT Ronda negro con todas las piezas y partes nuevas pintadas en amarillo. De ahí se comprobó que los cambios sí eran significativos, lo que le valió a la SEAT ganar el juicio. La sentencia se hizo pública el 25 de noviembre de 1983.

El resto ya es historia: SEAT lanza el Ibiza, bajo diseño de Giugiaro, y entra en situación de insolvencia. Volkswagen, que ya había empezado a tantear a SEAT, decide adquirirla en 1985, y fruto de su colaboración llega el Toledo en 1991 y el nuevo Ibiza en 1993. De ahí en adelante SEAT se internacionaliza como la gama de bajo coste de VW hasta la entrada de Škoda.

SEAT en el Grupo Volkswagen

SEAT entró en el Grupo VW en 1985, aunque anteriormente ya se habían iniciado contactos entre ambos fabricantes. Adolfo Suárez, primero, y Felipe González, después, facilitaron los acuerdos.

El primer Ibiza nació al amparo de los acuerdos, aunque éstos aún no se habían firmado. El diseño es de Giugiaro, un diseño descartado originalmente para el VW Golf de segunda generación. El Ibiza fue un éxito de ventas, pero supuso un agujero económico para SEAT, en parte por el acuerdo con Porsche para el suministro de los motores. Además, el SEAT estaba desarrollado sobre la plataforma del Ritmo, derivado, a su vez, del FIAT 1200/1430, diez años más viejo. Esto derivaba en una peor conducción y un mayor peso del chasis.

Con Volkswagen en la dirección de SEAT llegaron tres puntos sustanciales para la supervivencia de la empresa española: el primero, la incorporación de SEAT a la red de ventas de VW; el segundo, la herencia de las plataformas VW, de probada efectividad; y la tercera, una gestión eficiente que obligó a SEAT a desprenderse de más de un 30% de su plantilla y racionalizar sus recursos.

Así, en 1991 nació el SEAT Toledo, en 1993 el nuevo Ibiza y el Córdoba, y luego vinieron los Arosa, Alhambra, León y Exeo. Actualmente SEAT ocupa la rama deportiva básica del grupo VW, como escalón de acceso a Audi, mientras que Škoda es la gama básica de las berlinas, lideradas por Volkswagen.

Licencia FIAT

FIAT se especializó en la venta de licencias de sus modelos. Así, pues, SEAT no fue la única empresa que fabricó modelos de la italiana. Veamos algunos ejemplos:

· SEAT, España.

· SOMAVI, Portugal.

· Polski-FIAT, Polonia.

· LADA, Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, después Rusia.

· ZCZ Zastava, después Yugoslavia.

Todos los modelos de SEAT

· Urbanos:

o 600 (1957, licencia FIAT)

o 133 (1974, licencia FIAT)

o Panda (1980, licencia FIAT, sustituye al 133)

o Marbella (1986, restyling del Panda)

o Arosa (1997, desarrollo propio, sustituye al Marbella)

· Utilitarios:

o 850 (1966, licencia FIAT)

o 127 (1972, licencia FIAT)

o Fura (1983, restyling del 127)

o Ibiza (1984, desarrollo propio, sustituye al Fura)

· Compactos:

o 124 (1968, licencia FIAT)

o 1430 (1969, licencia FIAT, desarrollo del 124)

o 131 (1975, licencia FIAT, sustituye al 124/1430)

o Ritmo (1979, licencia FIAT, sustituye al 131)

o Ronda (1982, restyling del Ritmo)

o Málaga (1985, desarrollo propio, sustituye al Ronda)

o Córdoba (1993, desarrollo propio, sustituye al Málaga)

o León (1998, desarrollo propio)

· Berlinas:

o 1400 (1953, licencia FIAT)

o 1500 (1963, licencia FIAT, sustituye al 1400)

o 132 (1973, licencia FIAT, sustituye al 1500)

o Toledo (1991, desarrollo propio)

o Exeo (2008, desarrollo propio, sustituye al Toledo)

· Deportivos:

o 850 Sport (1967, licencia FIAT)

o 124 Sport (1970, licencia FIAT)

o 1200 Sport (1976, desarrollo propio)

o 128 (1976, desarrollo propio)

· Monovolúmenes:

o Alhambra (1996, desarrollo propio)

o Altea (2004, desarrollo propio)

o Altea XL (2006, desarrollo propio)

· Comerciales:

o Trans (1980, licencia FIAT)

o Terra (1986, restyling del Trans)

o Inca (1993, desarrollo propio)

Fuentes

· Wikipedia.

· Diario «El País», edición del 25 de noviembre de 1983.

· «El Automóvil», de Frank Young (Aladdin Books, 1984).

· «SEAT cumple 60 años», de ElEconomista.

· historiaseat.com